Dolores Ibárruri fue una gran política española, conocida por el sobrenombre de “la Pasionaria”. Nació en un ambiente minero, en Gallarta, un pueblo de Vizcaya y tuvo que abandonar sus estudios de magisterio para ponerse a trabajar como sirvienta y también en un taller de costura, pues las malas condiciones económicas la obligaron. Contrajo matrimonio con un minero socialista, Julián Ruíz, y tuvo seis hijos, un varón y cinco hembras, tres de ellas trillizas. Dolores era aficionada a la lectura y su prestigio entre las mujeres de los mineros creció mediante su participación en muchas movilizaciones.
Pero, a pesar de que se encontrara en medio de una sociedad dominada por el hombre y en pleno apogeo de la expansión industrial y de la explotación de su mano de obra, fue capaz de derribar barreras y superar prejuicios hasta llegar a ser símbolo del movimiento feminista y la revolución de la clase trabajadora. Destacó como cabecilla política en la II República Española y en la Guerra Civil, y también fue una gran representante del Partido Comunista de España (PCE). A su lucha política unió una lucha por los derechos de las mujeres para manifestar que, fusen de la condición que fuesen, las mujeres eran y serán seres libres para elegir su propio destino. También fue convertida en el símbolo de la lucha por la democracia en España y elegida diputada por Asturias.
Dolores Ibárruri fue una gran protagonista de nuestra historia y que representa, todavía a día de hoy, la independencia de la mujer y los ideales del comunismo. A pesar de que sufrió persecución, cárcel y exilio, siempre se mantuvo fiel a sus principios, a sus ideales y a los valores de la izquierda. Fue, de hecho, una mujer que rompió con todos los moldes establecidos en un mundo retrógrado, conservador y fascista y que además supo encontrar un hueco para levantar su voz, firme y recia, transmitiendo fuerza, coraje, pero sobre todo sinceridad. La Pasionaria es un referente para la izquierda y un modelo a seguir por la juventud actual y estoy segura de que si Dolores viviera, estaría de nuevo en las barricadas, denunciando los abusos del capitalismo, luchando contra los expedientes de regulación de empleo, denunciando las ayudas millonarias a la banca y las grandes empresas… estaría, sin duda alguna, dando la cara en la calles por la igualdad de todas las personas.